Llega papá a casa con una invitada...o invitado, no sé. A mi no me gustan estos larguiluchos reptiles.
Que por su trabajo de protección civil recibió el reporte de una escuela en donde encontraron a este ejemplar bebé que iban a matar... Fue a rescatarla y la trajo a casa para que visitara a los niños. En eso consiste el trabajo de papá, una vez recibido el reporte las recoge, cataloga y re ubica en un hábitat adecuado. Capacita a padres y maestros para que ellos a su vez trabajen el tema con los niños. Semanas más tarde vuelve a la escuela para que el herpetario ambulante de la universidad local acuda de visita a la escuela.
Dice que le parece importante que nuestros hijos no estigmaticen a la fauna silvestre, ya que corre peligro porque la mayoría de la gente no la conoce y le teme. En nuestra región por ejemplo, hay 46 especies identificadas de serpientes, de las cuales solamente seis son peligrosas y reconocerlas es muy sencillo.
Platicamos sobre cómo reconocer una serpiente venenosa: por sus colores o por su cascabel. El resto de las especies no son dañinas sino todo lo contrario: contribuyen en el ciclo del agua, en el control de fauna nociva (roedores, insectos venenosos), nos ayudan a tener mejores cosechas... Y están amenazadas por nuestra falta de cultura en general. Al maltratarlas y no saber coexistir con fauna como esta ponemos en peligro nuestra propia subsistencia.
A mi esta historia de la serpiente bebé perdida me recordo el librito de la víbora Cleta, y lo leímos.
1 comentario:
Que bonito el trabajo que tiene el papá. Tal vez podría ilustrar un libro con ello.
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