De pronto yo me estresaría e intentaría que todo el material estuviese listo para la hora de hacer el experimento en turno... Pero en esta ocasión yo estaba ocupada en la cocina así que Papá se encargo de dirigir la actividad, me encantó su forma tan relajada y divertida. Y se la voy a copiar porque fué todo un éxito: Les iba dictando el material necesario y los niños se encargaban de conseguirlo. De esta manera todo fue un juego, desde la preparación hasta la experimentación.
Un aspecto que noté es el repentino gusto de Santiago por seguir indicaciones pautadas: "paso número uno tal, paso número dos tal" Creo que captó la importancia de seguir ordenadamente las indicaciones para llegar a un propósito y trata incluso de memorizarlas para reproducir una y otra vez el experimento en cuestión, pienso que puede ser la primera semillita del método científico ¿no?
3 comentarios:
jajaja! qué casualidad... mi nena también tiene un aire científico estos días :) Necesitamos un librito de esos.
un abrazo
maite
Se los ve contentos ;)
Los hombres suelen sorprendernos jejje
Maite creo que lo ví por ahí en la red en pdf... por si quieres preguntarle a sn google ;) hehehe
Vilma si que se pasaron una mañana muy divertida
Abrazos!
Publicar un comentario