viernes, 9 de enero de 2009

De logros y macetohuertos


Esta semana nos comímos un brócoli delicioso y sobre esto vengo a hacer hoy mi reflexión.

No sabría con qué palabras resumir: hundir mis manos sobre la tierra húmeda, removerla, dejar caer en ella minúsculas semillas, esperar el paso de la luna, regar, seguir esperando, emocionarme ante la magia de la vida en color verde, seguir esperando, y luego por fin un día, cortar en mi propio patio trasero la hortaliza favorita de mis hijos.

Masticando la experiencia, hoy la califico como un LOGRO, esto del macetohuerto podrá ser irredituable como opina mi marido (aunque le encanta complacerme, no puede negar que para él es mucho más práctico y económico cruzar la calle y traer varios brócolis -o cualquier cosa- del super)...tal vez tenga cierta razón, pero es que yo además de comérmelo y ver a mis hijos comerlo, me dí el gusto, el placer de lograr algo, de poner a disposición mis manos y mis sentidos para que la naturaleza hiciera su magia ante nuestros ojos en nuestra propia casa...Y estoy contenta por ello, así que seguiremos llenándonos las manos de tierra y los ojos de maravillas en las macetas de nuestro patio. No importa que nunca lleguemos a producir todos los vegetales que nos pudiésemos comer, no es el objetivo, me conformo con darme el gusto de vez en cuando...

Luego, se me ocurre pensar que mi experiencia de haber logrado algo tan insignificante para otros es parecido a las experiencias que viven nuestros niños día a día, cuando logran ponerse ellos solos la chamarra, o meterse los zapatos en el pie que corresponde sin ayuda, o saltar más alto...y entiendo un poquito mejor el placer que les causa.

Me quedo con el propósito de autodisciplinarme y procurar no meterme donde no sea requerida para que mis hijos logren lo que necesiten lograr en su día a día.

Releyendo fragmentos de "Quitándose del camino", por Naomi Aldort

...Contrariamente a la creencia común, los niños se sienten más amados y seguros de sí mismos cuando no intervenimos en sus actividades. Ellos no solamente permanecen seguros de nuestro amor y apoyo cuando nos abstenemos de intervenir, si no también necesitan de nosotros para protegerlos de estas intromisiones, que pueden interferir con su progreso, auto-confianza y bienestar emocional.
Cuando intervenimos con halagos, demandas, consejos y recompensas, las dudas entran a hurtadillas y hacen perder la confianza de nuestros hijos en sí mismos y en nosotros. Siendo sensibles e inteligentes, perciben que nosotros tenemos un plan: que los estamos manipulando hacia un resultado preferido o “mejorado”. Esta conciencia los hace pensar “Tal vez lo que yo estoy tratando de lograr está mal- No puedo confiar en que yo soy capaz de saber o de escoger”. o “mamá y papá tienen un plan que yo debo cumplir si quiero tener su aprobación y amor”.
Gradualmente ocurre un cambio. Los niños que una vez hacían las cosas para su propia satisfacción personal o comprendiendo que lo estaban haciendo para complacer, no creen más en sus acciones y no confían más en nosotros ya que no estamos de su parte. Junto con el cambio para complacernos viene el miedo a no complacernos. Invariablemente, le siguen la dependencia emocional e intelectual, baja auto-estima y falta de auto-confianza.
Incluso cuando intervenimos con un comentario casual sobre el juego imaginativo de nuestros niños, las dudas entran a hurtadillas. Lo que los niños están experimentando interiormente en estos momentos está muy a menudo lejos de nuestras suposiciones “educadas”, por lo que el desconcierto se torna rápidamente en auto-rechazo y dudas sobre sí mismo. Además, los niños perciben la farsa y los comentarios condescendientes como lo que son, y pueden concluir que está bien ser falso y pretensioso
... Ver artículo completo AQUI.

6 comentarios:

Zulema dijo...

emocionante! hace mucho que no siento eso!

vilmati dijo...

Ale, quiero decirte que este blog, todo tu trabajo de selección al elegir que publicar y tu pensamiento en general me es muy útil y me resulta muy interesante.Es generoso de tu parte el compartirlo.
Con respecto a la huerta ...Que felicidad! si, a mi me produce algo muy parecido ver como una planta crece ,se desarrolla y como uno puede alimentarse de lo que la tierra brinda tan generosamente, en nuestro propio patio. Una delicia! los felicito!

MartaSada dijo...

Se me ha hecho la boca agua con ese brecooool, jajaja. Un abrazo!! (ya te daré envidia con nuestra huerta sin macetas, jajaja).

Ale dijo...

Seguro que sí Marta!!

Vilmati muchas gracias! Para mi es un gusto compartir en este blog, y además lo hago en pago de todo lo que voy aprendiendo del rinconcito que tenemos cada uno en la red...

Anónimo dijo...

Me tiene desconcertada esta mirada, quitarse del camino, cómo, dónde está la medida... Lo hemos leído juntos, el papá y yo, y encontramos una enorme lógica, pero al mismo tiempo nos ha quedado una mueca de, qué hacemos pues?
Necesitamos tanto cuestionar tanto...
Gracias por tu ventana...

Tu huerto en un rincon dijo...

Ese brecol tiene un aspecto tremendoooo!! jejejeejej
Cada vez hay más gente interesada en todo lo relacionado con el macetohuerto y el microhuerto. Me alegra que tengas un macetohuerto variado y productivo.

Un saludo