Lo que intuìmos a media noche al oir llorar a una de nuestras crìas en medio de la oscuridad no puede estar equivocado... Y la "ciencia de la crianza" se retracta ya desde hace tiempo: Los niños deben dormir con sus padres.
** Imagen de Aitana Carrasco Inglès.
L@s niñ@s deberían dormir con sus padres hasta los cinco años
Sian Griffiths - Sunday Times 21 de mayo 2006
Sian Griffiths - Sunday Times 21 de mayo 2006
Uno de los más reconocidos expertos en salud mental infantil del Reino Unido, ha aconsejado a las madres y padres que rechacen lo establecido durante años, y permitan a sus criaturas dormir en la cama con ell@s hasta los 5 años.
Margot Sunderland, directora de educación en el Centro de Salud Mental Infantil de Londres, dice que la práctica conocida como ‘colecho’ hace que las criaturas sean más propensas a crecer de manera tranquila y sana como adultos. Sunderland, autora de 20 libros, da este consejo en su libro The Science of Parenting, que va a ser publicado este mes.
Tan segura está de los descubrimientos que se recogen en su nuevo libro, basados en 800 estudios científicos, que ha pedido que se provea a las asistentes sociales y sanitari@s con folletos con información al respecto, con el fin de educar a las madres y padres sobre el colecho. “Estos estudios deberían ser ampliamente difundidos entre madres y padres”, dijo Sunderland. “No culpo a los gurús que escriben guías de cómo ser padres -¿por qué iban ellos a tener conocimientos científicos?- El noventa por ciento es muy nuevo, y ahora es imperativo el que lo sepan. No hay absolutamente ningún estudio que diga que sea bueno dejar a tu hijo llorar.”
Dice que la práctica, común en el Reino Unido, de acostumbrar a las criaturas a que duerman solas desde que tienen unas pocas semanas es dañina, porque cualquier separación de la madre y del padre incrementa el flujo de las hormonas del estres, tales como el cortisol.
Sus descubrimientos están basados en los avances en la comprensión científica de los últimos 20 años, de cómo se desarrollan los cerebros de l@s niñ@s, y en estudios que utilizan scanners para analizar cómo reaccionan en circunstancias particulares. Por ejemplo, un estudio neurológico de hace tres años mostraba que una criatura separada de su madre-padre experimentaba una actividad cerebral similar a una criatura con dolor físico.
Sunderland también cree que la práctica actual está basada en actitudes sociales que deberían ser abandonadas. “Hay un tabú en este país sobre dormir l@s niñ@s con sus madres-padres”, dijo. “Lo que he hecho en este libro es presentar la ciencia. Estudios de todo el mundo muestran que el colecho hasta los cinco años es una inversión para la criatura. La ansiedad por la separación puede producirse hasta la edad de cinco años o más, lo cual puede afectarles más adelante en la vida. Esto se calma con el colecho”.
Los síntomas también pueden ser físicos. Sunderland cita un estudio en el que se encontró que aproximadamente un 70% de mujeres que no fueron consoladas cuando lloraban de niñas, desarrollaron dificultades digestivas en edad adulta.
El libro de Sunderland se aparta de los libros de los gurús del cómo ser padres, ampliamente leídos, tales como el de Gina Ford, que tiene miles de seguidores. Ford recomienda que se establezcan rutinas de sueño en los bebés en la cuna, desde la edad más temprana, “lejos del resto de la casa”, y enseñar a los bebés a dormir “sin asistencia adulta”. En su libro “The Complete Sleep Guide for Contented Babies and Toddlers”, escribe que las madres-padres necesitan tiempo para sí mism@s. “El colecho… suele acabar con la madre y el padre durmiendo en habitaciones separadas” y con madres exhaustas, una situación que “pone una presión enorme sobre la familia entera”.
Annette Moutford, directora de ‘Family Links’, organización de padres-madres, confirmaba que la norma en el Reino Unido era animarles a que durmieran en cunas y camas, normalmente en habitaciones separadas, desde una temprana edad. “Los padres y madres necesitan su propio espacio,” decía. “Animar a l@s niñ@s a que tengan su propia rutina del sueño en su propio espacio, tiene unos beneficios muy precisos”
Sunderland dice que se ha comprobado, que poner a dormir a las criaturas en sus propias camas cuando solo tienen unas semanas de edad, incluso si lloran por la noche, incrementa el flujo de cortisol.
Estudios en niñ@s de menos de cinco años han mostrado que el cortisol sube en más de un 90% de los casos, cuando van a la guardería. Y en el 75% de los casos, baja cuando vuelven a casa.
El Profesor Jaak Panksepp, neurocientífico de la Washington State University, autor del prólogo del libro The Science of Parenting, dijo que los razonamientos de Sunderland eran “una historia coherente en conformidad con la neurociencia. Una sociedad sabia debería seguir sus consejos”.
Sunderland dice que acostar a las criaturas solas, es un fenómeno peculiar de la sociedad occidental que puede aumentar las posibilidades del síndrome de la muerte súbita del lactante (SMSL). Esto puede ser debido a que la criatura pierde el efecto calmante que tiene el dormir junto a su madre para la función cardio-respiratoria.
“En el Reino Unido, 500 niñ@s mueren cada año de SMSL”, escribe Sunderland. “En China, donde [el colecho] es habitual, el SMSL es tan raro que no tiene ni nombre.”
Editando: me fuì a Googlear el libro que se menciona...lo encontrè, y encontrè ademàs: http://www.parentingscience.com/ buena tarea para revisar el fin de semana ¿no?.
15 comentarios:
Bravo !!! te gritan mis niños ...hasta besos te envian hasta mexico .
jeejej
Hola, te encontré por Zulema y tengo varios días leyéndote.
Me pregunto como pude ser tan ignorante y tan ciega en algunas cosas, en fin lo bueno es que nunca es tarde para empezar.
Me encantó tu blog, simplemente me fascinó pero me deja la duda: que pasó con el escrito que mandaste e la escuela donde refutabas lo que publicaron ahí?
Saludos
Bien!!! Es una noticia de 2006 pero nunca es tarde, sobre todo si no conocemos el libro (¿se habrá vendido?).
Un abrazo!!!
Greisi dales un beso a tus hermosos de mi parte =)
Ileana, post editado, me sembraste la duda jeje.
Jessica, bienvenida a esta cama =) lo de la escuela...nada què comentar. La respuesta fuè algo asì como que me dieron el aviòn: sì si, te entiendo, pero hay que respetar que otros padres piensen distinto =/ En fin.
Quería añadir que el libro de Sunderland también se encuentra traducido al español. Y dar las gracias (como siempre) a Ale por descubrirnos esta página web. Parece muy interesante y además encaja en algo que me está rondando por la cabeza estas últimas semanas...
qué bien! a ver si las cosas empiezan a cambiar!!!
1beso
Hasta los 5 años me parece una locura,es mas,nunca.Si en el mismo dormitorio hasta los 7 o 9 meses pero jamas en la cama de los padres.Ademas no te los sacas mas de la cama si los acostumbras ahi.
Lalit gracias! Lo encontré en español en la página de la librería a la que vamos =) a ver si mañana me lo puedo traer a casa =)
Anónimo, pues ya ves, es una locura científicamente aprobada jeje. Y con lo que llevamos nosotros durmiendo con los niños no sé si los "malacostumbrados" son ellos o nosotros, pero creeme, no tenemos ganas de que se vayan...y te lo aseguro, se irán!
yo dormi, hasta los 7 años en la cama con mi mamá, primero porque eramos mi mamá y yo solamente y segundo porque no teniamos espacio.
y te aseguro que cuando me compraron mi cama, me fui lo mas contenta con mis sabanas de sara kay
cada quien hace lo que le plazca con la crianza de sus hijos, pero me parece que hay que empezar a erradicar los conceptos de "no te los sacas mas" " se malacostumbra" etc
besos
Hola!!
Te leo desde hace bastante. No tengo niños-aún-pero ya me estoy zambullendo de lleno en el modo de crianza con apego, que es el que quisiéramos adoptar!
Mil gracias por tu maravilloso blog y por tantos post y referencias que nos son tan útiles.
Saludos desde España.
Cierto Gisela, independientemente de dònde duerman los hijos, ese tipo de frasecitas denotan una falta de respeto hacia ellos. Gracias =)
Arielac bienvenida.
Ya tengo el libro en español, es increìblemente barato jeje...Y me lo estoy devorando.
buenísimo el artículo!! nosotros somos felices durmiendo todos juntos!!
Me queda la duda de qué pasa después de los cinco años. Mi hija ha hecho colecho hasta los siete y todavía no quiere irse a su propia cama en absoluto. Siente miedo y no está segura. Debido a que consideramos que está madura para empezar a ser más independiente, la hemos empezado a obligar, ayudando con luces encendidas. Sin embargo sigue insistiendo en dormir con nosotros. No veo una solución muy clara a todo esto.
Evidentemente hemos estado a favor del colecho estos siete años y también de la crianza natural, pero no sabemos qué hacer ahora.
Pues si se mal acostumbran, mi hermano solo queria estar de enchichado con mis papás y yo a los 4 añitos era super feliz en mi cuarto.
Cada quien tendra su forma de pensar, pero a mi no se me hace que dejarlos hasta los 5 años sea bueno y por supuesto que los padres merecen su espacio.. en fin saludos.
No se malacostumbran. Los niños nacen preparados para colechar. Cuando pretendes expulsarles de tu lado, es cuando los tienes que “malacostumbrar”.
La especie Homo Sapiens es una especie que “colecha” (como la mayoría de los mamíferos, el colecho no lo hemos inventado, en realidad lo que hemos “inventado” es dormir separados).
El ser humano ha colechado desde su aparición en nuestro planeta, hasta hoy. También hoy en día, colechan la mayoría de los niños del planeta. “No colechar” es la excepción, practicada por los occidentales, desde hace un par de siglos.
En países muy desarrollados, como Japón o China, el sueño es una actividad social, las familias duermen mezcladas. Por cierto, que en estas culturas donde se colecha, el Síndrome de Muerte Súbita del Lactante es casi desconocido.
Cuando el bebé duerme solo, se siente en una situación de peligro: él no fue diseñado para eso. Y es lógico pensar que eso le produce algún daño.
La tendencia a mandar a los niños a dormir solos, es una tendencia cultural, tan prejuiciosa como otras tendencias culturales, como la ablación del clítoris o la inferioridad de la mujer. Y todos sabemos lo difícil que es cambiar las tendencias culturales. Pero en este caso, son diversas ciencias (neurología, psiquiatría, psicoanálisis, biología, antropología) las que han llegado a las mismas conclusiones por caminos separados. Por eso, las costumbres de crianza están cambiando en Occidente… de nuevo.
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