cuatro en la cama: Resolución de conflictos II

El jueves pasado volví al curso de Resolución de conflictos, pero por falta de tiempo no había venido a vaciarlo, así que antes de que me gane el tiempo de nuevo...

Retomando de Aquí : hay tres distintas maneras de reaccionar ante un conflicto (autoritaria, evasiva u orientada a la resolución), ninguna de las cuales es buena/mala, simplemente son Reacciones.

En la resolución del conflicto hay dos tiempos:

-Primera reacción: la que me sale, la que puedo dar según mis emociones del momento.

-Segunda reacción: la que se requiere.

Para llegar a la segunda reacción a veces será necesario retomar el diálogo en otro tiempo, previo análisis de la situación por parte del adulto y organizar un plan de acción.

Si una situación nos embarga de sentimientos de displacer (enojo, frustración) habrá un

desequilibrio en nuestro estado emocional, lo cual nos impedirá pensar correctamente. Lo mismo aplica para el niño. De manera que el adulto primero tiene que resolver SUS propios sentimientos (me enoja tal actitud), luego ayudar al niño a identificar y reconocer sus sentimientos (estás frustrado por...), y cuando ambos encuentran de nuevo el equilibrio sentimiento-pensamiento, hasta entonces es cuando se podrá establecer el diálogo de resolución.

Pasos para solucionar un problema:

1. Reconocer los sentimientos propios.
Frases con "YO": se emplean cuando estamos demasiado emocionados para resolver el problema de una manera neutral o para escuchar el punto de vista del niño y necesitamos reconocer o expresar nuestros propios sentimientos: "Yo me siento enojado/triste/preocupado/etc porque acciones/razones".

Este reconocimiento es ante nosotros mismos, no podemos esperar que el niño, aparte de contener sus sentimientos, contenga los nuestros...debe ser lo opuesto: reconocer mi enojo, controlarlo y luego hacerme cargo de los sentimientos del niño.

2. Acercarse: ponerse al nivel del niño (contacto visual), utilizar voz calmada y un toque suave.

3. Reconocer los sentimientos del niño: mencionar y describir los sentimientos de los niños, evitar preguntar hasta notar que el niño se encuentra más calmado.

Estrategias:

- Plantear los sentimientos de manera concreta: "estás molesto por" "me doy cuenta que estás enojado por"

- Reformular las palabras hirientes de los niños conforme vaya reconociendo los sentimientos, esto evita malentendidos, ejemplo si fulanita dice "ya no quiero ser amiga de fulanito" reformular: "estás muy enojada-triste-molesta con fulanito"

- Si es necesario, plantear un límite como parte del reconocimiento "Pepe debes dejar de pegar, estás muy enojado porque Juan tiene el camión y tú lo quieres. Sé que estás muy enojado"

- En las peleas por un objeto: Permitir que los niños sepan que necesita detener los objetos en disputa hasta que se llegue a un acuerdo. Poner las manos en el objeto y decir con gentileza que lo va a tomar, mantenerlo a la vista y al alcance de los niños.

- Observar señales de que los niños han expresado por completo sus sentimientos: se relaja el cuerpo, para el llanto, suaviza tono de voz, cambia palabras o acciones. Cuando esto suceda podemos pasar al siguiente paso: Cuál es el problema?

- Si es necesario hay que reconocer varias veces el sentimiento hasta que el niño comience a calmarse. Si el niño está muy enojado y se niega a discutir, darle más tiempo, continuar reconociendo sus sentimientos hasta que se calme.

4. Reunir información, si el niño ya es capaz de hablar plantear la pregunta ¿qué?, en niños más pequeños observar sus acciones y describir el problema.

5. Replantear el problema, repitiendo la información escuchada y observada.

6. Pedir ideas a los niños sobre cómo solucionar el problema y elegir una. Llegar a acuerdos en donde los implicados estén conformes todos. En niños que no hablan hacer preguntas cuya respuesta sea "si" y "no".