miércoles, 12 de enero de 2011

Mini-reflexiones de antes de dormir

Todos están convencidos de que ver demasiada televisión es nocivo y nadie sabe cómo hacer para que los niños no abusen de ella. El recurso más socorrido es el de la reglamentación rígida tipo: “sólo una hora al día”, “sólo un dibujo animado”, “si la enciendes ahora no podrás ver tu programa favorito”, y otras fórmulas por el estilo. Son reglas sensatas, pero que los niños no pueden comprender porque a menudo deben apagar el televisor para no hacer nada. Significa vivir un continuo conflicto con los propios hijos que los padres prefieren evitar para no comprometer el poco tiempo que pasan con ellos. Tenemos otra solución, mucho más sencilla, mucho menos conflictiva, que nos sugieren los propios niños. Diversas investigaciones, incluso muy recientes, realizadas en Italia y otros países, demuestran que la inmensa mayoría de los niños pone en el primer puesto de sus deseos jugar con los amigos. La televisión aparece en general en segundo puesto y a mucha distancia. Es suficiente buscar la manera de que los niños puedan salir, encontrarse y jugar juntos, y habremos resuelto también este grave problema educativo.

También con respecto a la televisión, como a propósito de la casa, se habla mucho de nuevas soluciones que apunten a una mejor programación para los niños. De nuevo y con fuerza reitero mi desacuerdo. No quiero una televisión mejor si ello sirve para permitir que los padres dejen aún más tiempo a sus propios hijos en brazos de esta cómoda “canguro”, seguros entonces de que verán sólo buenos programas. Busquemos la manera en cambio de que los niños puedan pasar el tiempo libre jugando con sus amigos fuera de casa y en ese caso habrá alternativa y valdrá la pena luchar por una buena televisión para niños. Que pueda suceder entre amigos que están jugando libremente alguien diga: “Hoy es jueves, son las cinco, volvamos a casa a ver ese programa, merece la pena!”

Antes de dormir ayer reflexionaba sobre esta página que leí hace tiempo en el libro “La ciudad de los niños” de Francesco Tonucci, porque pensaba en cuánto me gusta la rutina que hemos establecido últimamente en casa, que creo vale la pena comentar… Merendamos, los niños se bañan, nos lavamos los dientes, se ponen las pijamas y ven un poco de televisión. No es necesario decirles que es “media hora” o “un programa”, porque entonces mis preescolares me saltarían con súplicas: mejor dos! Que sean dos! Cinco minutos más! Etc… En cambio, me ahorro el papel de represora y aplico mi “estrategia” basada en dos principios, mi sistema de las tres llamadas y mi apelación al Continuum:

- Primera llamada, “título del libro en curso”, primera llamada… y me voy a poner mi pijama.

A los cinco minutos o algo así: - Segunda llamada, “título del libro en curso” -claro está, dicho con un tono de despertar el interés en mi público-, segunda llamada… preparo la cama, y me acuesto ya con el libro.

Un rato después, para este momento ya tengo a uno si no es que a ambos niños listos a mi lado, con sendas cobijas y atentos a: - Tercera llamada, comenzamos!

Si alguno de los dos no ha acudido para este entonces no me inquieta, porque ha sucedido que al segundo o tercer renglón de la emocionante historia llega el disidente e implora: comienza de nuevo mamá! Otra vez desde el título!

Y la televisión, causa de tantos conflictos en otros lados, en mi casa se queda sola en otra habitación, muchas veces incluso encendida y es papá quien al pasar la apaga porque nadie la está viendo…

Bien lo dice Tonucci, el conflicto surge cuando se les pide/obliga a los niños apagar la tele para no hacer nada… En mi casa la televisión no está prohibida, ni reglamentada, ni mucho menos…Nunca lo hemos considerado necesario, es una alternativa tanto para los niños como para los adultos. Es una opción para gastar el tiempo cuando no hay nada mejor qué hacer: escuchar una emocionante historia en brazos de mamá-papá/salir a jugar con amigos/etc…

Invito, a quien se atreva, a hacer la prueba de competir contra la televisión, no con argumentos sino con acciones. Si le ofreces a tu hijo tiempo compartido ganas con una ventaja apabullante, lo aseguro. Claro que tiene que haber unas premisas, yo detecto dos por lo menos: primero, lo que le ofrezcas a cambio debe ser de SU absoluto interés, y no precisamente del interés del adulto. Y segundo, para estar con los niños hay que ESTAR, así, con mayúsculas. Si decides dedicarles quince minutos del día, que sean enteros, que sean auténticos, sin pensar en otra cosa que te aleje -–qué voy a hacer de cenar, cómo cuadro esas cuentas, ahora que terminemos de jugar voy a…--. A mi como me apasiona leer he encontrado en la literatura la forma de bajarme del mundo adulto para, a través de una historia compartida, en un “mundo otro”, dejar fluir el tiempo entre mis hijos y yo sin distractores. Pero estoy segura que habrá otras formas, tantas como cada uno de nosotros.

Definitivamente creo que nuestra mejor herramienta como padres que no usamos el regaño-castigo-golpes-coartación, es la creatividad. Hay que ser creativos para no recurrir a los caminos fáciles (usar la fuerza física o psicológica). No somos enemigos de nuestros hijos, no estamos en guerra. No olvidemos que los amamos por sobre todas las cosas.

*la imagen es de María Monescillo.

13 comentarios:

Anónimo dijo...

Y en esta casa no hay tele...y si tratamos a diario que haya creatividad.
Ya vamos para 3 años sin ella y no hemos pensado si la necesitaremos. Te ire contando :-)

Ale dijo...

Seguro que no la necesitan Tania =)

Nosotros generalmente no la vemos más de una hora al día (grandes y chicos)...y hay días que se nos acaba el tiempo sin haber entrado a la habitación en donde está la tv...como digo es una opción, pero afortunadamente tenemos (o andamos en búsqueda de) opciones mucho mejores la mayor parte del tiempo.

Eva dijo...

Me ha encantado tu entrada, en mi casa es como tu dices, no la apagamos exigiendo sino ofrecemos alternativas... aunque como al padre le gusta tanto tb tengo q considerarla parte del ocio, lo q intento siempre si la integro en nuestro ocio es q seamos participes de lo q vemos, si vemos dibujos los vemos juntos, cogidos, comentandolos y luego a veces jugamos a lo q hemos visto.
Creo q (x desgracia) la tele forma parte de todos los hogares o casi todos, de nuestra mano esta el hacer un uso correcto de la misma.

Puedo compartir tu entrada en mi blog? Me ha gustado mucho y comparto total tu visión, es
http://creciendo-contigo.blogspot.com/

Un saludo!!

Luisina Serenelli dijo...

me encantó lo de "competir no con argumentos, si no con acciones". En casa tampoco está reglamentada ni prohibida...nosotros miramos y por ende, no voy a prohibirle algo que hago yo delante de ella ;-)
Pero la verdad es que no le entusiasma mucho por ahora.
Muy bueno Ale!
Beso

Lola dijo...

Me ha gustado mucho tu entrada, está claro que la televisión no debe ser una niñera, y que las alternativas de tiempo de calidad con nosotros o tiempo jugando al aire libre siempre son una opción que ellos prefieren por encima de todo.
Está claro que la televisión está en nuestras vidas y nadie puede obviar esto aunque quiera.
Se puede usar como tiempo de ocio, de descanso, nos relaja a nosotros y también les relaja a ellos. No creo que como castigo (no ver dibujos) sirva de algo y siempre viendo juntos lo mismo y no dejando que accedan a programas "no autorizados" a su edad. Es decir, ver la televisión pero con criterio y con moderación.
besos

Anónimo dijo...

Excelente estrategia, nosotros no tenemos cable sólo tv publica que es TAAAAN aburrida que nadie la ve. jajaja

Cada tanto vemos juntos una película.

Ale dijo...

Eva adelante! y si quieres traer el link acá, sería genial.

Luisina le diste al clavo...a mi hija tampoco le entusiasma, no se queda a verla más de 15min (ni las pelis aún). Mi hijo si, se puede pasar sin parpadear una peli entera o incluso un documental de tiburones de esos de NG con narradores soporíferos hahaha. A él es a quien dirijo mis estrategias y él es quien siempre llega después de la tercera llamada =/ (pero llega sin falta ;))

Cierto Lola: con criterio. Precisamente, si nunca les dejamos ver tv cómo adquirirían criterio para verla cuando se les atraviese en el camino?

Andrea, tv pública, por lo visto es lo mismo en ambos países...la de acá no sólo es aburrida sino vulgar y vacía de contenido =S

Supermama dijo...

En casa la tenemos casi siempre apagada, ahora el peque es cuando nos esta empezando a pedir mas dibujos, pero de momento no protesta cuando se los quitamos, supongo que como tu dices, porque sin darnos cuenta le proponemos una alternativa.

Me ha encantado la forma de llamarles para leerles un cuento, si no te importa, te la voy a copiar!

lalit dijo...

Ale, acabo de leerte y me encantó esta entrada. Está en el tono de las entradas más inspiradoras y elocuentes que has puesto en el blog! Me gustó lo de la creatividad, lo de la acción... Yo ya intuía eso en mi práctica diaria, pero me gustó leerlo en tus palabras y darme cuenta que ese es un Buen camino... Un abrazo y, como siempre, gracias!!!

Ale dijo...

Claro que lo haces Lalit =)

Un abrazo!

Eva dijo...

Gracias!!
Ya os trasladé a mi blog, os dejo el enlace!

Besos!!

http://creciendo-contigo.blogspot.com/

vilmati dijo...

Ale, no podía escribirte antes...se me borraba despues de haberle puesto toda la onda...jajaj pero ya parece que si. Y lo hago hacia atrás;)
Me gustó lo de competir desde la propuesta creativa. Y me he dado cuenta que contra un rato entre amigos o un rato con pa o ma para ellos no hay con que darle...jejej para mi alegría funciona. Asi que cuando me parece que hace mucho que mira, propongo ir a la pile, salir a la puerta, andar en bici o invitar amigos.
Besos!

vilmati dijo...

Ale, no podía escribirte antes...se me borraba despues de haberle puesto toda la onda...jajaj pero ya parece que si. Y lo hago hacia atrás;)
Me gustó lo de competir desde la propuesta creativa. Y me he dado cuenta que contra un rato entre amigos o un rato con pa o ma para ellos no hay con que darle...jejej para mi alegría funciona. Asi que cuando me parece que hace mucho que mira, propongo ir a la pile, salir a la puerta, andar en bici o invitar amigos.
Besos!